El muralismo nació en un momento en el que el marximo estaba en plena ebullición. Los ideales marxistas estaban muy presentes en los países latinoamericanos y en México en particular que había vivido su revolución en 1910.
Comenzó así un proceso en el que se quería acercar el arte al pueblo retomando el arte autóctono, azteca y maya dejando de lado el academicismo europeo que era el que imperaba hasta ese momento.
En 1922 se fundó el Sindicato de Pintores, Escultores y Obreros Intelectuales , desde el cual se apoyaba la importancia de la comunidad frente a la individualidad que se había dado en la América precolombina, reivindicando el cambio de las bases de la economía mexicana sobretodo en lo referente a la propiedad de la tierra , tal como preconizaba la revolución de 1910.
Después de un proceso en el que cada vez más desde el gobierno se apoyó la identidad nacional, José Vasconcelos, Secretario de Instrucción Pública, cedió espacios públicos para que los artistas Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Siqueiros entre otros, pudieran realizar murales que pudieran contemplar todas las personas, incidiendo mucho en las clases trabajadoras que no tenían posibilidad de acceder a la cultura. Así en 1922 se inició la andadura del muralismo mexicano decorando la Secretaría de Educación y la Escuela Nacional Preparatoria.
Los murales tenían gran tradición en la América precolombina, recordemos los murales de Teotihuacan por lo que no extraña que retomaran este tipo de arte al intentar un renacimiento del arte indígena. Se trataba de aleccionar al pueblo a través de los murales tal y como había ocurrido en el pasado.
Diego Rivera( 1886-1957), había estudiado en Italia a los muralistas del Renacimiento, especialmente a Giotto, que le influyó en la utilización de tintas planas y en su estilo narrativo. Rivera sugería las formas y volúmenes mediante las aplicaciones de juegos de contrastes entre las luces y las sombras. Como sus compañeros trató de captar en su obra la esencia mexicana.
José Clemente Orozco(1883-1949), estuvo muy comprometido con la revolución mexicana. A Orozco lo podemos relacionar con el movimiento expresionista, en cuanto a que no estaba tan interesado tanto en el color o en la forma como en plasmar el sufrimiento y la opresión del pueblo.
José David Alfaro Siqueiros (1896-1974), estuvo muy comprometido políticamente, tanto que fue encarcelado en siete ocasiones. Varios movimientos de principios de siglo influyeron en su obra, el expresionismo, al igual que en el caso de Orozco pero también el futurismo y el surrealismo. Sus obras destacaron por el intenso empleo del color y por su utilización de la perspectiva de una manera muy intensa.
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